Before his career as an internationally acclaimed filmmaker, writer/director Rodrigo Reyes (499, Lupe Under the Sun, Purgatorio), worked as a Spanish language court interpreter, with one case that would haunt him: that of Sansón Andrade, a 19-year-old Mexican immigrant who was convicted of a gang shooting and given a life sentence without parole. For three weeks Reyes worked closely with but never got to know the young man as a person, so the director set out to interpret his life, settling on a first-time actor to reenact their conversations and creating a film playing through Sansón’s upbringing, the joys and tragedies that shaped his life. Yet as filming continued in the fishing village of Tecomán with Sansón’s own family as actors, Reyes quickly learned how Sansón grew up in poverty but knew his parents’ love; how his father’s death sent the family spiraling downward into chaos and addiction; and the generations of abuse endured in a country itself gripped by violence.
This multilayered and deeply emotional hybrid documentary results in a provocative meditation on poverty, migration, borders, incarceration, and the power and ethics of storytelling.
Antes de iniciar su aclamada carrera de cineasta, el escritor y director Rodrigo Reyes (499, LUPE BAJO EL SOL, PURGATORIO), trabajó como intérprete en español en la corte, donde hubo un caso que lo marcó: el de Sansón Andrade, un inmigrante mexicano de 19 años, condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por un tiroteo entre pandillas. Por tres semanas, Reyes trabajó muy de cerca con el joven, pero nunca llegó a conocerlo a nivel personal, por lo que el director se decidió a interpretar su vida, contando con un actor debutante para recrear sus conversaciones y realizar una cinta que evoca la crianza de Sansón, y a las alegrías y tragedias que dieron forma a su vida. A pesar de que la filmación continuó en el pequeño pueblo pesquero de Tecomán, y con sus familiares como actores, Reyes rápidamente aprendió que Sansón creció en medio de la pobreza, pero arropado por el amor de sus padres; entendió que la muerte de su padre llevó a la familia a un abismo de adicción y caos, y que el abuso se impuso durante generaciones en un país que en sí es preso de la violencia.
Este multifacético y profundamente emotivo documental híbrido resulta en una provocativa reflexión acerca de la pobreza, la migración, las fronteras, el encarcelamiento, el poder y la ética narrativa.